Vinculación social universitaria, investigación y formación profesional. Carácter intercultural de los desafíos comunicacionales y de gestión del conocimiento al interior de las universidades

Daniel Mato

 

 

Resumen

Las acciones universitarias concebidas como de extensión, vinculación o incidencia social, además de expresar el compromiso social constituyen fuentes para mejorar las actividades de investigación y formación profesional, aunque no se aprovechan lo suficiente para estos fines. Esto debido a desafíos comunicacionales y de gestión del conocimiento de carácter intercultural al interior de las universidades. En este texto se comparten los resultados de dos líneas de investigación: la primera con más de 200 experiencias de extensión universitaria y otras modalidades de vinculación social de 39 universidades públicas argentinas con comunidades y organizaciones sociales, y la segunda sobre las relaciones entre instituciones de educación superior y comunidades de pueblos indígenas y afrodescendientes en América Latina, para formular recomendaciones de políticas y transformaciones institucionales que garanticen los derechos de estos pueblos y contribuyan a mejorar la calidad académica.

Palabras clave

vinculación social universitaria, compromiso social universitario, colaboración intercultural, gestión del conocimiento, investigación, formación profesional

 

Abstract

University initiatives conceived as extension, engagement or social impact, aside from expressing the institution’s social commitment, constitute opportunities for enhancing research and professional formation activities. These initiatives, however, are underutilized for such purposes due to challenges related to communication and intercultural knowledge management within the universities. This text shares the results of two lines of research: The first comprises over 200 university extension experiences and other social engagement modalities undertaken by 39 Argentinian public universities with communities and social organizations, while the second looks at the relations between higher education institutions and indigenous and Afro-descendent communities in Latin America. The aim is to formulate policy recommendations and institutional transformations that will guarantee the rights of these communities and contribute to an enhancement of academic quality.

Key words

university social engagement, university social commitment, intercultural collaboration, knowledge management, research, professional formation

 

Las acciones de extensión, vinculación social, incidencia social u otras denominaciones semejantes, además de expresar el compromiso social de las universidades, constituyen importantes fuentes para el mejoramiento de sus actividades de investigación, formación profesional y gestión del conocimiento, aunque suelen ser insuficientemente aprovechadas para estos fines. Las causas de este escaso aprovechamiento son diversas, pero frecuentemente están asociadas a algunos desafíos que plantean las experiencias de colaboración intercultural y a problemas de gestión del conocimiento.

En algunas publicaciones anteriores (Mato, 2013a; 2013b y 2015) he presentado resultados de una investigación sobre 200 experiencias de vinculación social de equipos universitarios de 39 universidades públicas argentinas con diversos tipos de comunidades y organizaciones sociales, que desarrollé entre 2011 y 2013. Las dos conclusiones principales de esa investigación fueron que estas experiencias proveyeron a sus participantes de oportunidades de dos tipos:

      • Oportunidades de aprendizaje indispensables para la formación de profesionales y técnicos, tanto respecto de la dimensión técnica como de la ética, como también para su formación en tanto ciudadanos sensibles y comprometidos.
      • Oportunidades para mejorar líneas de investigación, no solo en tanto espacios de producción de datos, sino también de identificación de nuevos temas y problemas de investigación.

Resulta plausible pensar que estas conclusiones resultan por igual válidas respecto de experiencias semejantes que se desarrollan en universidades de otros países latinoamericanos.

En la próxima sección ampliaré algunos detalles respecto de esas conclusiones, pero antes deseo hacer énfasis en lo que podría calificar como un inesperado hallazgo que emergió de los intercambios sostenidos con los responsables de proyectos entrevistados en el marco de aquella investigación. Me refiero a los beneficios que ese tipo de experiencias pueden proveer, y en algunos casos efectivamente brindan, en tanto fuentes de información y aprendizajes capaces de contribuir a repensar y transformar las universidades respecto, por ejemplo, de sus ofertas de formación, planes de carreras y modalidades de gestión del conocimiento, entre otros aspectos.

No obstante, estas oportunidades de mejoramiento institucional suelen ser insuficientemente aprovechadas. Las causas de este escaso aprovechamiento son diversas, pero con frecuencia están asociadas a algunos desafíos comunicacionales y de gestión del conocimiento de carácter intercultural que se presentan al interior de las universidades, y que responden en parte a la heterogeneidad interna que les es propia. Esto conduce, por ejemplo, a que las actividades de vinculación social (o denominaciones similares) sean insuficiente o inapropiadamente valoradas no solo en tanto oportunidades de investigación y formación, sino también de mejoramiento institucional, y que por tanto no se realicen esfuerzos apropiados de registro y análisis de estas, que por lo general no sean temas de investigación.

 

Contribuciones de las experiencias de vinculación social al mejoramiento de las funciones de formación e investigación

Lo que expondré de manera sintética a continuación se basa en la ya mencionada investigación realizada entre 2011 y 2013. Los equipos protagonistas de estas experiencias estaban constituidos por docentes y estudiantes de disciplinas muy diversas entre sí, que actuaban en contextos sociales muy disímiles.

La primera etapa de esa investigación se basó en información recogida a través de un cuestionario con preguntas abiertas que podían ser respondidas sin límite de extensión por los responsables de los equipos mencionados. La segunda etapa se basó en entrevistas no estructuradas realizadas a más de 20 de ellos y en observación in situ desarrollada en dos congresos de extensión universitaria.

Resulta de interés apuntar que, según los casos, las experiencias estudiadas eran conceptualizadas por sus protagonistas en términos de: “extensión universitaria” (expresión que en muchos casos era matizada por consideraciones que expresan reconceptualizaciones del término); “investigación–acción” (en algunos casos planteada como “participativa”); “aprendizaje servicio” (en algunos casos especificado como “solidario”); “voluntariado” y “responsabilidad social universitaria”.

Los testimonios recogidos durante esta investigación llevaron a concluir que las experiencias desarrolladas por equipos universitarios con comunidades y organizaciones sociales contribuyeron a:

      • Mejorar la formación de los estudiantes, por ejemplo, mediante el desarrollo de diversos tipos de destrezas prácticas, puesta en práctica de conocimientos adquiridos en el aula, adquisición de nuevos conocimientos, desarrollo de perspectivas críticas respecto de conocimientos teóricos, desarrollo de destrezas de investigación, entre otros.
      • Identificar aspectos de la realidad no previstos en los programas de formación, que sería conveniente incluir en los programas de las asignaturas y planes de estudio de carreras específicas, con el propósito de formar profesionales capaces de actuar en contextos reales de maneras más efectivas.
      • Comprender la complejidad de problemas del “mundo real” que no pueden resolverse desde perspectivas unidisciplinares y, en consecuencia, comprender y valorar la utilidad de modalidades de colaboración interdisciplinaria.
      • Desarrollar capacidades concretas para el trabajo interdisciplinario.
      • Adquirir nuevos conocimientos y destrezas útiles para el ejercicio profesional y el desarrollo de labores docentes.
      • Avanzar en proyectos de investigación existentes.
      • Identificar nuevas necesidades o intereses de investigación y plantear nuevos proyectos de investigación.
      • Identificar y valorar conocimientos no académicos que permiten enriquecer la formación profesional.
      • Identificar la existencia entre la población de algunos prejuicios y creencias que afectan la práctica profesional propia de las disciplinas de los miembros de los equipos universitarios participantes.

 

Vinculación social universitaria, colaboración intercultural y gestión del conocimiento

La investigación realizada también permitió identificar la existencia de problemas de comunicación intercultural en el desarrollo de las experiencias de vinculación social universitaria estudiadas, que frecuentemente afectan la calidad de las relaciones de colaboración y de gestión del conocimiento.

Se identificaron cuatro tipos principales de dificultades de comunicación intercultural:

      • Las asociadas a diferencias entre las culturas académico–institucionales de los equipos universitarios y las culturas territorialmente referidas de las comunidades y organizaciones sociales con las cuales se desarrollaron las experiencias.
      • Las asociadas a diferencias entre las culturas académico–institucionales de los equipos universitarios y las culturas institucionales de algunos organismos públicos que ofrecieron espacio o participaron en las experiencias de vinculación (municipios, gobernaciones, escuelas, centros de salud, entre otros), y las de organizaciones no gubernamentales presentes en territorio.
      • Las asociadas a diferencias entre las culturas académico–institucionales de los equipos que desarrollan estas experiencias y las de otros sectores de las mismas universidades, según los casos: otros grupos de docentes e investigadores, o bien funcionarios y autoridades universitarias.
      • Las asociadas a diferencias entre las diversas culturas disciplinares presentes dentro de los propios equipos, en los casos en que estos estaban integrados por colegas y estudiantes de más de una disciplina.

Es posible que la referencia a problemas de comunicación intercultural de manera inmediata lleve a pensar en los que suelen presentarse en las relaciones con organizaciones e instituciones extrauniversitarias, aunque el estudio permitió apreciar que estos también son muy significativos en las relaciones con otros sectores de las propias universidades.

Para comenzar a dimensionar el posible alcance de los problemas de comunicación intercultural al interior de las universidades conviene tener presente que el universo de experiencias de vinculación social estudiadas incluyó tres tipos principales de casos. Algunas de ellas fueron desarrolladas de manera directa por instancias institucionales especializadas dedicadas específicamente a estos tipos de actividades, como, por ejemplo, secretarías, vicerrectorías o direcciones de extensión, vinculación, incidencia o semejantes, en tanto otras fueron desarrolladas por equipos docentes y de investigación. Entre estas últimas, a su vez, algunas fueron impulsadas y apoyadas por instancias institucionales especializadas como las mencionadas o por otras, como, por ejemplo, departamentos disciplinares o carreras; en tanto otras fueron impulsadas y gestionadas “desde abajo”, por los propios equipos docentes y de investigación sin contar con el apoyo de esos tipos de instancias institucionales.

Como era de esperar, esta diversidad de tipos de casos se expresó en las modalidades de colaboración y de comunicación entre diferentes unidades de cada universidad. A estas diferencias se añaden otras propias de las diversas culturas profesionales de las disciplinas académicas, como también otras asociadas a las diversas maneras de interpretar la misión de cada institución universitaria en particular.

Respecto de estos tipos de diferencias resulta interesante tomar en cuenta las respuestas que algunos de los responsables de los equipos universitarios objeto del estudio de referencia ofrecieron a una pregunta que indagaba sobre si en el desarrollo de las actividades de vinculación se había presentado algún tipo de dificultades de lo que se suele llamar comunicación intercultural.

En respuesta a esa pregunta, la profesora Marcela Irene Coppola, de la Facultad de Ciencias Veterinarias de la Universidad de Buenos Aires, por ejemplo, sostuvo: “Muchas veces es más fácil sobrellevar las diferencias con la comunidad que con las otras instituciones, tanto educativas como gubernamentales”. El profesor Guillermo de Hoyos, de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad Nacional del Comahue, respondió: “Los únicos que puedo identificar ahora [se relacionan con] una cultura institucional en la que la burocracia administrativa ocupa un lugar central”. En tanto, la profesora Graciela García Crimi, de la Facultad de Odontología de la Universidad de Cuyo, a cargo de un proyecto de voluntariado universitario, dijo:

Las dificultades por el contraste de “visiones de mundo” son garrafales. Los que pretendemos realizar salidas a “campo” no existimos, lo que nosotros hacemos no es importante, nunca me voy a olvidar de la frase emitida por una de las autoridades de mi Facultad: “Pero eso es voluntario, lo hacen porque quieren”; respuesta emitida al solicitar permiso para que no se le computara falta a los alumnos que salían ese día a campo por el proyecto.

La existencia de diferencias significativas al interior de las universidades no es sorprendente. Esta es una característica propia de la mayoría de las organizaciones complejas. Las organizaciones complejas no son homogéneas, sino heterogéneas, en el sentido de que a su interior existen y se desarrollan diferentes interpretaciones del sentido, visión, misión y valores de estas. Así, cabe decir que dentro de organizaciones complejas conviven y contienden diversas culturas institucionales (Mato, Maldonado Fermín y Rey Torres, 2011). Las universidades no son una excepción a esta suerte de regla. Por el contrario, en ellas, cuanto menos debido a la diversidad disciplinar de sus miembros y unidades institucionales, tal heterogeneidad puede ser especialmente significativa.

 

Las experiencias de vinculación social como fuentes de aprendizajes para transformar las universidades

Los intercambios con los responsables de las experiencias de vinculación social antes mencionadas me han llevado a concluir que estos tipos de actividades proporcionan a las universidades oportunidades para informarse y aprender tanto sobre los contextos sociales de los que forman parte, como sobre sus propias realidades institucionales. Si usualmente no lo hacen es porque no se han diseñado mecanismos para registrar y procesar información sobre problemas, demandas y propuestas, más allá de los objetivos concretos de las experiencias en cuestión.

Las posibilidades de que esos tipos de actividades generen información sobre los contextos sociales extrauniversitarios en que se desarrollan pueden resultar evidentes. En cambio, mi experiencia de investigación sobre dinámicas institucionales en un buen número de universidades, y en no pocos casos también de participación en ellas, me ha llevado a pensar que la información y los aprendizajes que regularmente se obtienen en el desarrollo de experiencias de vinculación social frecuentemente se desaprovechan, pese a que estos podrían contribuir a evaluar el comportamiento institucional e impulsar convenientes transformaciones (Mato, 2008; 2012; 2016 y 2018).

La documentación y el análisis sobre el desarrollo de experiencias de vinculación social universitaria puede proveer información sobre las consecuencias del insuficiente o inadecuado reconocimiento y apoyo institucional hacia el trabajo de los participantes en ellas y de cómo estas contribuyen a sus prácticas docentes y de investigación, así como acerca de cuánto más o mejor se podría lograr en caso de que fueran apropiadamente valoradas y reconocidas.

Si bien es cierto que en Argentina, como en algunos otros países latinoamericanos, se ha avanzado en el reconocimiento de estos tipos de labores, la observación participante realizada en visitas a numerosas universidades, así como en congresos de extensión universitaria, me ha permitido identificar la existencia de sinsabores y frustraciones al respecto en varios países de la región. Reclamos de este tipo suelen ser verbalizados tanto en el curso de presentaciones formales como en conversaciones informales. Adicionalmente, también he registrado que suele desaprovecharse la información y los aprendizajes que emergen del desarrollo de las funciones de bienestar estudiantil, frecuentemente a cargo de funcionarios o trabajadores no docentes de las secretarías de extensión. Estas funciones, generalmente, permiten aprender sobre problemas que los estudiantes experimentan en las universidades que, en no pocos casos, son consecuencia de aspectos del diseño institucional y de sus prácticas institucionales, y de las formas en que sus autoridades y personal docente o no docente las interpretan y ejercen sus labores. Estos son solo algunos ejemplos de aspectos del diseño institucional y de su puesta en práctica, acerca de los cuales las actividades de las secretarías de extensión y el desarrollo de experiencias de vinculación social podrían permitir aprender si se establecieran prácticas sistemáticas de registro de esos tipos de datos, análisis y comunicación de resultados.

El aprovechamiento efectivo de estos tipos de información y aprendizajes depende de su apropiada valoración y de que en consecuencia se diseñen instrumentos y mecanismos de registro, análisis y comunicación para ello. En tanto esto no se haga, el aprovechamiento institucional de esos aprendizajes e información quedará limitado a lo que los participantes de esas actividades puedan comunicar a través de intercambios ocasionales, como conversaciones informales con sus pares, o bien de su participación en reuniones de departamentos, escuelas o facultades, cuyas agendas no necesariamente incluyen estos asuntos.

Resulta oportuno enfatizar que la mencionada investigación sobre experiencias de vinculación social no es la única fuente de referencias que me ha conducido a llegar a las conclusiones hasta acá expuestas. Otras referencias provienen de una línea de investigación dedicada a estudiar las relaciones entre instituciones de educación superior y comunidades de pueblos indígenas y afrodescendientes en América Latina, que está orientada a formular recomendaciones de políticas y transformaciones institucionales que garanticen los derechos de estos pueblos y contribuyan a mejorar la calidad académica de dichas instituciones.[1]

Estas labores de investigación y acompañamiento me han permitido observar que las oportunidades de aprendizaje asociadas a experiencias de vinculación social sirvieron a algunas universidades para generar iniciativas orientadas a lograr que su labor institucional sea más pertinente y relevante respecto de las necesidades, problemas y demandas propios de los contextos sociales en los que actúan. También me han permitido apreciar que las experiencias de vinculación social frecuentemente han aportado pistas concretas para acometer valiosas innovaciones institucionales. Por ejemplo, han contribuido a crear programas transversales que han tenido incidencia en diversos ámbitos institucionales y carreras de
las respectivas universidades, incorporando temáticas importantes hasta entonces ausentes en los planes de estudio. Adicionalmente a estos avances concretos, estos equipos generalmente constituyen espacios de aprendizaje y promoción de transformaciones universitarias cuyos horizontes y expectativas van más allá de las visiones convencionales sobre qué es una universidad y cuáles papeles está llamada a cumplir en las sociedades contemporáneas.

Finalmente, debo destacar que mis propias labores de colaboración con estas universidades y comunidades indígenas y afrodescendientes han sido las que me llevaron a identificar un tema de investigación que hasta entonces no me había planteado. Me refiero al de las posibilidades y los retos que las experiencias de vinculación social generan a las universidades en términos de mejoramiento institucional y de la calidad de sus labores de investigación y formación, sobre cuyos resultados he expuesto en páginas anteriores.

 

Apuntes para pensar, investigar y actuar

Los diversos tipos de experiencias de vinculación social (extensión, incidencia social u otras denominaciones) que se desarrollan desde las universidades constituyen importantes fuentes para el mejoramiento de sus actividades de investigación y formación profesional, aunque suelen ser insuficientemente aprovechadas para estos fines.

El aprovechamiento efectivo de estos tipos de información y aprendizajes depende de su apropiada valoración y de que en consecuencia se diseñen instrumentos y mecanismos de registro, análisis y comunicación para ello.

Llegar a esta conclusión es valioso y potencialmente útil, pero acordar en esto de manera general no es más que un primer paso para avanzar en estos cometidos. También es necesario consensuar para lograr qué tipos de objetivos se diseñarían y aplicarían esos instrumentos y mecanismos de registro. De esto dependerá qué tipos de “datos” generar, cómo hacerlo, cómo analizarlos y qué hacer con los resultados, o incluso con los propios procesos de producción de estos.

Los resultados de investigación expuestos hacen plausible sostener que las universidades, al igual que otras organizaciones complejas, no son instituciones homogéneas, sino heterogéneas. Sus miembros no son autómatas “portadores” de una cierta y única “cultura institucional”, sino personas con sus propias creencias, valores, sensibilidades e intereses, cuyas prácticas también están marcadas por ciertas “culturas profesionales”.

Estas diferencias dan lugar a que se presenten problemas comunicacionales y de gestión del conocimiento de carácter intercultural. De hecho, seguramente estas diferencias están presentes en los más diversos ámbitos de la vida institucional.

El reto, pues, es promover reflexiones e intercambios sobre estos temas partiendo del reconocimiento de la existencia de estas diferencias al interior de las universidades. Este reconocimiento debería conducir a construir consensos que permitan mejorar la articulación de las experiencias de vinculación social (extensión, incidencia u otras denominaciones) con las actividades de investigación y formación profesional, en la perspectiva de lograr que el compromiso social universitario no se exprese limitadamente en el desarrollo de acciones puntuales, sino que oriente todo el quehacer institucional.

 

Referencias

Mato, D. (2008). No hay saber “universal”, la colaboración intercultural es imprescindible. Alteridades, 18(35), 101–116.

Mato, D. (2012). Heterogeneidad social e institucional, interculturalidad y comunicación intercultural. matrizes, 6(1), 43–61.

Mato, D. (2013a). Aprendizajes de equipos universitarios en experiencias de colaboración con comunidades y organizaciones sociales, realizadas con apoyo del Programa de Voluntariado Universitario de Argentina, en 2008. Apuntes. Revista de Ciencias Sociales, 40(72), 33–56.

Mato, D. (2013b). Contribución de experiencias de vinculación social de las universidades al mejoramiento de la calidad académica y factores que limitan su desarrollo y valoración institucional. Revista Avaliação: Revista da Avaliação da Educação Superior, 18(1), 151–180.

Mato, D. (2015). Vinculación social universitaria en Argentina. Diversidad de orientaciones de trabajo, logros y dificultades de las experiencias apoyadas por el Programa Nacional de Voluntariado Universitario. cpue, Revista de Investigación Educativa, 20, 132–149.

Mato, D. (2016). Educación superior y pueblos indígenas en América Latina: del “diálogo de saberes” a la construcción de modalidades sostenibles de “colaboración intercultural”. Tramas / Maepova, 4(2), 71–94.

Mato, D. (2018). Repensar y transformar las universidades desde su articulación y compromiso con las sociedades de las que forman parte. +E: Revista de Extensión Universitaria, 8(9), 38–52.

Mato, D., Maldonado Fermín, A., y Rey Torres, E. (2011). Interculturalidad y comunicación intercultural. Propuesta teórica y estudio de experiencias de participación social en la gestión de servicios públicos en una comunidad popular de la ciudad de Caracas. Caracas: Universidad Central de Venezuela.

 

[1].    Comencé a realizar investigación sobre las relaciones entre instituciones de educación superior y comunidades de pueblos indígenas y afrodescendientes en el año 2000, visitando algunas experiencias y entrevistando a unos pocos educadores dedicados al tema y a dirigentes indígenas destacados. En 2007 fui convocado por el Instituto Internacional de la unesco para la Educación Superior en América Latina y el Caribe para diseñar y desarrollar una investigación sobre este campo, con el propósito de realizar recomendaciones de políticas públicas a ser presentadas en la segunda Conferencia Regional de Educación Superior de América Latina y el Caribe (CRES), realizada en Cartagena de Indias, Colombia, en junio de 2008. Esto dio lugar al desarrollo del Proyecto “Diversidad cultural e interculturalidad en educación superior en América Latina” de ese instituto, que entre 2007 y 2011 contó con la colaboración de casi 70 colegas que elaboraron estudios sobre 60 experiencias en la materia en 11 países latinoamericanos. En 2012 inicié el Programa “Educación superior y pueblos indígenas y afrodescendientes en América Latina”, en la Universidad Nacional de Tres de Febrero, que dio lugar a la creación de una red interinstitucional en la que en la actualidad participan 60 universidades de 11 países; en este marco, mis aprendizajes se han beneficiado de los intercambios con más de un centenar de colegas. En 2017 fui convocado para crear y dirigir el equipo de investigación a cargo del estudio regional sobre “Diversidad cultural e interculturalidad” de la tercera CRES, realizada en Córdoba, Argentina, en junio de 2018, en el que participaron 14 colegas con experiencia directa en este campo en 12 países. Desde luego, de ningún modo pretendo que estos antecedentes otorguen alguna suerte de estatuto de verdad al análisis y reflexiones ofrecidas en este texto, sino solo especificar los tipos de referentes empíricos en los cuales se basan.